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lunes, 31 de julio de 2006

CON LA MÚSICA A OTRA PARTE

Si por el invierno podemos deleitarnos con los maravillosos acordes del violín de David King trotamundos universal nacido en Manchester, el monarca de los músicos callejeros, autor junto con un tal Malcom, excéntrico millonario americano, del CD de culto Music of the Street, que he tenido la suerte de recibir de sus finas y huesudas manos, el panorama veraniego resulta mucho más grotesco.
Desde hace años un argentino que lanza pelotas al aire y que con su estruendosa música y sus infames comentarios presuntamente chistosos impide disfrutar de una tranquila tarde de sidra, ha conseguido que deteste la preciosa plaza del Lavaderu, normalmente uno de los rincones más acogedores de Gijón.
Unos gemelos rumanos que parecen sacados directamente de la película La Parada de los Monstruos producen una chirriante y ofensivo ruido que ellos pretenden hacer pasar por música bien en la plaza del 6 de Agosto o la del Marqués. Si no por sus cualidades musicales al menos estos si que podrían ganar un premio por feos.
Un ruso, con una voz de barítono ya bastante ajada por el vodka, berrea conocidas arias a voz en grito. No consigue que los cristales se rompan pero si que los niños rompan a llorar asustados por semejante vozarrón.
Si abandono la calle en busca de un lugar tranquilo, un extravagante mariachi de perilla extrañamente apreciado por muchos de los hosteleros locales, consigue que se me atragante la comida.De vuelta en casa una horda de peruanos vestidos de apaches emiten simiescos sonidos que hacen imposible la pausada lectura.
Músicos autóctonos pretenden hacerle la competencia a Hevia con sus destempladas gaitas. Los turistas japoneses los confunden con celebridades y se hinchan a sacarles fotos. A ellos y al gitano cartonero que conduce un carromato tirado por una mula. Typical Spanish!!!
Otro individuo, parece ser que alemán, se pone a cuatro patas y se coloca un extraño disfraz que reproduce una pareja de bailarines, en un alarde de originalidad este año el vestido de la señora es azul en vez de blanco, el resto del número lleva siendo absolutamente idéntico desde hace más de una década, sin embargo a su alrededor se producen aglomeraciones como si los mismísimos Fred Astaire y Ginger Rogers nos estuvieran dando una magistral lección de baile.
Es el efecto megáfono el cual experimente por primera vez en las huelgas de estudiantes de finales de los años 80. Alguien coge un bafle o un altavoz e ipso facto un grupo de descerebrados se ponen a su alrededor a corear sus consignas o a admirar sus evoluciones aunque el sujeto en cuestión no transmita absolutamente nada. Sólo se trata de poner la música más alta que el de a lado.Suerte que en octubre, finalizado su periplo por Francia e Italia, volverá el genial David con su suave violín.

martes, 25 de julio de 2006

EL VERANO

Hace un espantoso calor, llevo días sin poder dormir. Ni todo el bio-solán, ni toda la cerveza del mundo consiguen aplacar mi sed. Voy a la playa y, cuando consigo acordarme de llevar la toalla, hay una densa neblina que imposibilita los baños, aunque para cascada la que apunta por mis axilas por efecto de la axfisiante humedad.
Me voy a arruinar comprando desodorante, aunque por lo menos es la excusa perfecta para ir al centro comercial. Allí hay sombra y el aire acondicionado está a tope estos días, además están de rebajas y siempre es bueno tener alguna camisa de repuesto. Gracias que quemar dinero no produce calor.
Ya remite un poquito el sol y me pretendo acomodar en una terraza, pero todas las sillas están llenas de turistas que pretenden beber la sidra a sorbos. Tendrían que reservar plazas a los residentes. Anda, allí tenemos un espacio, pero que amarga está la sidra hoy. Como se nota que dejan los palos de peor calidad para el verano. ¡ Pero si yo no soy foriato! Tenía la ilusión de que al anochecer refrescase pero esto es aún peor. Toda la ropa se me pega al cuerpo, especialmente esa última camisa que me compré. Eso me pasa por traer cosas de las rebajas.
Así y todo hay que hacer algo de vida social, pero los en los chiringuitos no se para, están hasta los topes, llenos de una sudorosa y descerebrada marea humana que te empuja. No queda más remedio que imitarlos. Que estruendo. ¿ Es esto música ? Ah, son las canciones del verano ¡ por Dios !, si desde que no ponen a Georgie Dann ni siquiera son divertidas.A ver cuando se acaba todo esto, solo estamos a mitad de julio y en agosto promete empeorar.

jueves, 13 de julio de 2006

EL GENIO DE ZIDANE


Mucho se ha hablado, y no precisamente bien, sobre la actuación de mi idolatrado Zidane en la final del mundial. Sin embargo, para mi, el viril gesto del genial y geniudo francés aún lo engrandece más.
No es el vulgar cabezazo de un macarra que, amparado en su superioridad física o de envergadura, destroza el tabique nasal del rival, en este caso el macarra es ese pérfido italiano de lengua viperina, insultante, torticero y conspirador, que se deja caer al suelo cual vulgar mujerzuela apenas percibe el roce del galo, exprimiendo al máximo el reglamento, sin nobleza ni amor propio.
Tampoco es el furtivo codazo del cobarde. No es el insulto del provocador, ni el lloriqueo del débil. Es el acto de un hombre que embiste a la vida para salir del ghetto marsellés, para llevar a Francia a lo más alto en el Mundial 98 y la Eurocopa 2000, para proteger a su familia y a los suyos, para enfrentarse como un nuevo don Quijote a lo que considera injusto.
Igual que minutos antes había devuelto caballerosamente un balón, cuando es amonestado se retira disciplinadamente y sin protestar, con un inconfundible halo de grandeza, desapareciendo para siempre de la escena futbolítica.Te echaremos de menos Zidane.