En estos días se celebra un multitudinario de congreso de Sociología en
Gijón y, por lo visto, uno de los temas estrella ha sido la estrepitosa
caida de uno de los partidos contendientes en las últimas elecciónes y
la razón de por que ni encuestadores ni sociologos han sido capaces de
detectarlo.
Yo, al contrario de la mayoría de los ponentes, o de
los acomodados líderes que dicen representar a los más desfavorecidos,
si que me he criado en un barrio, y, por encima de fórmulas o estadísticas, creo poder intuir las causas.
La gente sencilla en general se ha dejado amedrentar por los ínclitos
voceras (los chulos o matones del barrio) y no han contestado con
sinceridad a las encuestas, y hasta los propios analistas y sociológos
han sido condicionados o intimidados al fin.
Tiene cierta lógica,
cualquiera la lleva la contraria al que dice que la gente si les apoya
es GENTE pero si no están con ellos es muy mala gente.
En realidad
es un colectivo que despojado de confluencias, vómitos o mareas apenas
representa más alla del 10%, pero da igual, si ellos dicen representar a
TODO EL IDEAL DE PUEBLO, y hacen una oferta que no se puede rechazar,
pocas personas induvidualmente tienen el valor o la fuerza para
contradecirles... (destilan odio, rencor y violencia,,, mañana pueden
romper tu cara o tus cristales) .
Muchos son anarquicos
incumplidores de sus obligaciones profesionales y familiares, pero se
presentan por los barrios, y por la vida, como auténticos santones,
superhombres a medio camino entre el Leviathan de Hobbes y el
superhombre de Nietze (filósofo de referencia de Hitler, por cierto), se
manifiestan como los angeles caidos -de esas religiones en las que
dicen no creer- pretendiendo captar cautivos para las redes de su
sectarismo mesiánico.
Entre sus ordalías estan los sacrificios, la
eutanasia (las mascotas son bastante más estimadas y protegidas que los
ancianos) y por supuesto su objetivo es el holocausto masivo de los que
no están con ellos; el social, el económico y, andando el tiempo, sin
duda también el físico (compinches de los terroristas y del terrorismo;
la violencia -verbal, física y de comportamiento- siempre ha formado
parte de su estilo de vida) .
Mucho tendrían que purgar, casi el
80% de la sociedad, pero ellos están por encima del bien y del mal y
ellos serían también los legitimados para decidir quien merece ser libre
(una libertad condicionada a su ideario) o ir a las mazmorras para
siempre...
Pero afortunadamente los feos, los sucios, los
ignorantes, los sádicos, los sanguinarios, los excesivos, no han sido
gente demasiado apreciada en general en este país que parece no existir.
Podéis estar seguros que a los totalitarios, el pueblo (el verdadero,
el que tiene valores, el que se respeta a si mismo, el que ama a su
patria y se levanta cada mañana a trabajar) les seguirá mintiendo
sistemáticamente. Y eso no tiene nada que ver con ningún pucherazo
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