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lunes, 25 de enero de 2016

LA GRAN APUESTA

Destaca estos dias en nuestra cartelera cinematográfica, La Gran Apuesta, película dirigida por Adam McKay y protagonizada por Christian Bale y con Brad Pitt (que también es productor) en un pequeño papel. El film, sin aburrir en ningún instante, es bastante preciso detallándonos la avaricia y la capacidad de negar la realidad que condujo al colapso de la banca y a la crisis económica mundial allá por el 2007. Narrada en clave satírica por personajes anti-sistema dentro del propio mercado financiero explica como estos curiosos outsiders se percatan del engaño de las hipotecas subprime y las dificulatades que han de superar para apostar contra la banca tradicional. Tomados por locos, su beneficio vendrá si el sistema quiebra (algo que parecía completamente imposible entonces ), pero si eso sucede puede que nadie obtenga nada ya que la propia banca que respalda ( o las aseguradoras ) podrían desaparecer y con ello cualquier tipo de garantía de cobro. Una película muy esclarecedora que junto con El Capital de Costas Gravas y El Lobo de Wall Street completan, a mi parecer, la trilogía perfecta para conseguir una visión amplia y precisa de todos los excesos que condujeron a este timo a gran escala, que al final como siempre acabó pagando la trabajadora y sufrida clasemedia.



lunes, 11 de enero de 2016

EX MACHINA

Lo bueno de los viajes intercontinentales es que uno tiene mucho tiempo para ver películas, e incluso descubrir algunas en las que no repararía en otras circunstancias. Ese ha sido el caso de Ex Machina, todo un hallazgo. Dirigida por Alex Garland nos lleva al mundo de la inteligencia artificial para realizar un introspectivo anális sobre lo que representa la naturaleza humana, las pasiones, el fingimiento, la libertad de elección y el egoismo darwiniano en pos de nuestros intereses, ese gen curioso y egoista que, junto con el sentido del humor, quizá sea lo más característico de nuestra especie. Una propuesta interesante, un guión cuidado, tres personajes principales y un desarrollo de los acontecimientos con intriga y sorpresas y ya tenemos una película redonda que nos hará reflexionar de un modo parecido al que lo hacía La Isla del Doctor Moreau, clásico con el que tiene alguna semejanza. Eso es el auténtico cine y no la pirotecnia, ni los efectos especiales sin ningún sentido ni anclaje argumental que tanto imperan en el cine actual y que alejan a los auténticos cinéfilos de las salas.